“Holcim ahí ha estado y no nos ha dejado morir”

 

Diez años de fundado dicen mucho de Venta de Cemento MONTEROSA. Efectivamente el negocio se ha establecido en el mercado de los materiales para construcción y herramientas ferreteras en Estelí. En sus inicios, Venta de Cemento MONTEROSA sólo distribuía cemento, pero con el tiempo, cuenta su propietaria, Carmen María Montenegro, decidió incluir otros productos que requerían los clientes, como acero y herramientas ferreteras.

El negocio surgió como un medio de vida: “La idea era tener un modo de trabajo, darle empleo a otras personas y satisfacer la demanda de los clientes”, recuerda Montenegro.

Capacitaciones

Con los años, Venta de Cemento MONTEROSA se convirtió en distribuidora exclusiva de cemento Holcim.

Las ventas del producto comenzaron a incrementarse en este negocio después de una serie de capacitaciones que la compañía brindó a albañiles, maestros de obra, arquitectos e ingenieros del lugar.

Montenegro actualmente es una apasionada del negocio: “Me gusta”, afirma con determinación.

Las capacitaciones le han permitido brindar asesoría a sus clientes. En la actualidad les recomienda qué productos pueden llevar y cuál es la mejor forma de usarlos.

“Hay bastante, bastante gente que prefiere Holcim”.

Venta de Cemento MONTEROSA, en alianza con Distribuidora del Norte, propiedad de un primo de Montenegro, distribuye cemento Holcim a otras ferreterías.

También tiene muchos clientes minoristas, que llegan al negocio a buscar los materiales para trabajos en sus viviendas o negocios.

Relación con Holcim

Montenegro califica como “muy buena” la relación entre su negocio y Holcim (Nicaragua) y destaca la excelente atención de los ejecutivos de venta de la compañía.

“Agradecemos a Holcim por el apoyo y la colaboración que nos ha dado siempre, sobre todo en asistencia técnica en los momentos en que uno más lo ha necesitado. Ahí ha estado (Holcim) y no nos han dejado morir”, expresó.

De una finca cafetalera a ferretería

Carmen María Montenegro entró en el negocio de ferreterías sin saber nada de construcción. Graduada de Administración Agropecuaria se fue a trabajar a una finca cafetalera en Matagalpa. “Nada que ver con ferretería”.

A su regreso a Estelí incursionó en el negocio.

“Mi primo me invitó a trabajar con él. Entonces me empecé a meter en ferretería y ahí me quedé. Yo no sabía nada de ferretería, quien me enseñó fue él, aprendí y me gustó”, confesó.

Le gusta el negocio porque es muy dinámico. “Uno se mantiene activo; no es estático. Los productos se van renovando”, enfatizó.